EL ROL DEL PROFESOR EN EL AULA

Para lograr un éxito en el proceso educativo, se debe tener en claro y concientizar que la relación entre profesor y alumnos es vital en el momento del aprendizaje.



Existe una historia que explica este fenómeno: "Un profesor universitario envió a sus alumnos de sociología a las villas más vulnerables de Baltimore para estudiar 200 casos de varones adolescentes. Les pidió que escribieran una evaluación del futuro de cada chico. En todo los casos los estudiantes escribieron "No tienen ninguna posibilidad". 25 años más tarde, otro profesor se encontró con el estudio anterior. Envió a sus estudiantes a que hicieran un seguimiento del proyecto para ver qué les había ocurrido a aquellos chicos en realidad. Exceptuando los que se habían ido o habían muerto, los estudiantes descubrieron que casi todos los casos restantes habían logrado un éxito más que moderado como abogados, médicos y hombres de negocios.

El profesor se quedó pasmado y decidió seguir adelante con el tema. Por suerte, la mayoría de ellos permanecían en la zona y pudo hablar con cada uno de ellos. "Cómo explica su éxito", les preguntaba. En todos los casos la respuesta cargada de sentimiento, fue "hubo una maestra".

La maestra que aun vivía, de modo que la buscó y le preguntó, qué formula había usado para que esos chicos salieran de la villa y tuvieran éxito en la vida.

Los ojos de la anciana brillaron y sus labios esbozaron una agradable sonrisa. En realidad es muy simple, dijo: "quería mucho a esos chicos".



Hoy en día, el docente es un acompañante del proceso aprendizaje, donde la imagen de docente tradicional y autoritario no logra los resultados esperados debido a las diferencias de poder que se generan, adulto - menor.

El acompañante de procesos educativos permite a los alumnos y alumnas, adquirir confianza y reconocer las posibilidades y opciones que tiene cada individuo para afrontar las dificultades presentes durante todo su desarrollo.

En medida que el adulto apoye al educando en evidenciar y desarrollar el manejo de las emociones, promover la capacidad de expresar y recibir afecto como parte de su formación. el aprendizaje será más sencillo y de mayor efectividad. Un maestro no es mejor por el dominio de sus contenidos sino por el vinculo afectivo que desarrolla con esta nueva generación de niños, que evidencian mayor grado de soledad y sus necesidades de aprendizaje han cambiado.



La invitación del docente actual es ser un verdadero mediador dentro del aula tanto en contenido como en afectos. Sin llegar a transformar esto en un paternalismo.